La antigua ciudad de Teotihuacán, lugar donde según la cosmogonía mesoamericana los hombres se convirtieron en dioses, fue testigo de la Ceremonia de Encendido del Fuego Nuevo de los Juegos Panamericanos, como se acostumbra desde su undécima edición, realizada en La Habana en 1991.
Con el fin de mantener la continuidad y el equilibrio del universo, en Teotihuacán los antiguos habitantes realizaban periódicamente un rito que reafirmaba su compromiso con sus divinidades. Es así que la ceremonia del Encendido de la Antorcha Panamericana es, en realidad, una adaptación contemporánea del mismo, orientado hoy en día a reafirmar –cada cuatro años– la unidad y hermandad entre los pueblos de América.
En este abrumador escenario, se dio inicio a una ceremonia de gran despliegue con la presentación de las banderas de los 41 países que participarán en Lima 2019, rindiéndoles especialmente honores a las banderas del Perú, México y Panam Sports, y entonando sus himnos.
En el estrado principal –ubicado de cara al Basamento Escalonado que fungió como escenario y centro del gran espectáculo– estuvieron presentes el Presidente del Comité Organizador de Lima 2019, Carlos Neuhaus; el Presidente de Panam Sports, Neven Ilic; el Gobernador del Estado de México, Alfredo Mazo Maza; el Presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla; Miembro de Honor del Comité Olímpico Internacional, Olegario Vázquez; el Embajador del Perú, Julio Garro Gálvez; y la Directora General de CONADE, Ana Gabriela Guevara.
Además, se contó con la significativa presencia de dos importantes deportistas peruanas, que estarán en Lima 2019, la Para badmintonista Pilar Jáuregui, y la karateca Alexandra Grande.
En sus palabras inaugurales, Neuhaus destacó la importancia histórica de dicha ceremonia y el valor unificador del deporte.
“Es para mí un honor estar en este lugar, por muchas razones. Estamos uniendo a las culturas milenarias de nuestra América, que son dos de las cuatro que existen en el mundo. Es una oportunidad, primero para unir a los pueblos de México y Perú, como también a todos los pueblos de mi país al Perú y, posteriormente, a todas las culturas de las Américas, en una gesta que empezará el 26 de julio. El deporte es transversal: no distingue colores, credos, orígenes, etc. Está hecho para todos y tiene la gran capacidad de unirnos”, aseguró.
Asimismo, Ilic aplaudió el trabajo del Comité Organizador de Lima 2019 e hizo énfasis en que todo el trabajo realizado tiene como objetivo principal a los deportistas.
“Que especial es este día para mí y nuestra organización… Esta ciudad de Teotihuacán tiene un simbolismo tremendo, una historia prehispánica maravillosa, que se va a conectar con otra historia grande del continente americano, en la ciudad de Machu Picchu. Todo lo que se ha hecho para Lima 2019 ha sido fruto de mucho esfuerzo y el trabajo del Perú completo. Creemos que hemos cubierto todos los detalles necesarios para que nuestros deportistas, asistentes y entrenadores, sientan que están en su casa. Este es un premio a la vida del deportista, que creo que es una persona especial”.
Por su parte, el Presidente del Comité Olímpico Mexicano saludó al Perú y al continente Americano, recordando sus diversos retos y sueños en común.
“Fieles a nuestra tradición, asistimos a esta Ceremonia del Fuego Nuevo en Teotihuacán, en esta ciudad donde según nuestra cosmogonía los dioses crearon el universo. Saludamos desde aquí a las grandes culturas del Perú. Este fuego iluminará nuestro continente a partir de hoy. Somos un importante conglomerado de países independientes, con retos diversos en la democracia, el bienestar y la producción, y formamos una comunidad deportiva con identidad, capacidades y grandes logros, rumbo a Tokio 2020”.
Finalmente, el Gobernador de México destacó que las alianzas entre países y el trabajo en equipo permiten tanto el éxito deportivo como la organización de unos Juegos de las dimensiones de Lima 2019.
“La práctica del deporte es uno de los mayores desafíos que enfrentamos. En cualquier campo, la victoria es consecuencia de una preparación meticulosa, ardua y constante, pero jamás será producto de los esfuerzos aislados de una sola persona, por talentosa que sea. Depende como ninguna otra del trabajo en equipo. Reconocemos el esfuerzo, la buena voluntad y la hospitalidad del pueblo peruano, que será un digno anfitrión de esta justa deportiva”.